Si me preguntaran qué me viene a la cabeza al escuchar la
palabra “colmo”, diría que un verso, éste verso en concreto:
Lenin, siempre vive,
Lenin, siempre contigo
En la desgracia, en la esperanza y dicha.
Lenin, en tu primavera,
En cada día feliz,
Lenin, en ti y en mí.
Es la estrofa de
una canción soviética de los años 50, de reconocidos autores Túlikov y Oshánin.
Rescaté éstos versos cuando preparaba una charla para jóvenes españoles sobre nuestra vida con Lenin. Hasta yo misma me quedé estupefacta cuando encontré la canción en Internet. Ni me acordaba de ella. Aunque en los años 70 todavía todo estaba impregnado de Lenin y todos los niños éramos los nietos del “abuelo Lenin” y en los años 80 era absolutamente imperativa la visita al Mausoleo cuando se hacía algún viaje de estudios a Moscú, pero ya nadie nos exigía éste nivel de compenetración con él. Sí, Lenin estaba en todo: en nuestro primer libro de lectura, en el dinero (10 rublos), en los cuadros, en los sellos postales, en la literatura, en el cine, en el teatro, en los documentales, en los monumentos, calles y plazas, en el arte decorativo, y hasta había un busto de Lenin de azúcar hecho por los trabajadores de una fábrica azucarera. En los chistes también, que circulaban de manera clandestina por todo el país. Pero ya no era obligatorio.
Rescaté éstos versos cuando preparaba una charla para jóvenes españoles sobre nuestra vida con Lenin. Hasta yo misma me quedé estupefacta cuando encontré la canción en Internet. Ni me acordaba de ella. Aunque en los años 70 todavía todo estaba impregnado de Lenin y todos los niños éramos los nietos del “abuelo Lenin” y en los años 80 era absolutamente imperativa la visita al Mausoleo cuando se hacía algún viaje de estudios a Moscú, pero ya nadie nos exigía éste nivel de compenetración con él. Sí, Lenin estaba en todo: en nuestro primer libro de lectura, en el dinero (10 rublos), en los cuadros, en los sellos postales, en la literatura, en el cine, en el teatro, en los documentales, en los monumentos, calles y plazas, en el arte decorativo, y hasta había un busto de Lenin de azúcar hecho por los trabajadores de una fábrica azucarera. En los chistes también, que circulaban de manera clandestina por todo el país. Pero ya no era obligatorio.
La canción en cuestión habla del partido (como no) y de que
el gran L. nos acompaña en todo gran emprendimiento. Pero el estribillo me
pareció el colmo de los colmos, y lo traduje al español.
La canción completa está colgada en Youtube con subtítulos
en español y una versión un poco diferente en cuanto a la traducción.
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