ANDREI BITOV. Los chinos


A mediados del siglo XX  en la literatura soviética reinaban conceptos y términos rígidos como “espíritu del Partido”, “partidismo de la literatura”, “orientación política del escritor” o “alto designio educativo de la literatura”. De allí que se daba prioridad a las formas grandes de la prosa donde todos estos conceptos podían encontrar su amplio desarrollo.
Hasta el Diccionario de términos de la teoría literaria, que salió en 1976 y se mantuvo imprescindible durante más de una década para aquellos que estudiábamos la carrera de filología, estaba saturado de vocablos de esta índole.
Surge una pregunta: ¿qué tenía que hacer el escritor que no estaba impregnado del espíritu del Partido? La respuesta se encontró en las ediciones de Samisdat, o sea ediciones clandestinas no sujetas a la censura. Autores más socialmente críticos y existencialmente escépticos, como Mijail Sokovnin, Arkady Gavrilov, Andrei Bitov o reconocidos clásicos de la literatura independiente como Andrey Sergeev, Boris Vajtin, Victor Goliavkin, publicaron allí en los años 1960-70.


El destacado escritor ruso ANDREI BITOV es conocido al lector español por sus obras grandes La casa Pushkin (1991, Tusquets Editores) que fue rechazada en la URSS, y Profesor de simetría (1992, Tusquets Editores), o su entrevista a El País concedida en el año 1991.
Pero sus relatos cortos, por lo que yo sepa, no se han traducido al español. Voy a ofrecer la traducción de uno de ellos del año 1960 donde se parodia el “espíritu del Partido”.

Андрей Битов

                             Los chinos

624 mil toneladas de moscas han aniquilado los chinos.
Se hace una reunión solemne: en la región han acabado con todas las moscas. En el estrado se encuentra la mesa roja del Presidium. En la sala, los camaradas de uniformes azules. En el Presidium, la flor y nata de los camaradas. La reunión comienza… El uso de la palabra tiene…
Discursos.
Los camaradas se suceden en la tribuna.
Los concurrentes se lo toman con total responsabilidad china. Se puede escuchar una mosca volando.
De repente escucharon… Voló.
¡Una mosca! ¡Una mosca en la sala!
-Sin-sin-siao-MOSCA- dijo el presidente.
-Sin-sin-siao-MOSCA- dijo el Presidium.
-Sin-sin-siao-MOSCA- dijeron los concurrentes.
Todo se mezcló. Estaban atrapando la mosca.
La atraparon. La ejecutaron. La llevaron al Presidium.
La reunión continúa.

…En algún lugar entregan los mosquitos secos. En algún lugar sin falta tienen que entregar  los mosquitos liofilizados…
18.02.1960


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Texto del relato en ruso está tomado de la página de Dimitry Kuzmin dedicada a la prosa corta contemporánea en Rusia:


Pongo el enlace a la entrevista de Bitov:

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